Felipe Otayza, pionero de la cirugía fetal reconoce la endoscopía como el futuro de la técnica

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Foto: Dr. Waldo Sepúlveda, Dr. Jual Luis Alcalde y Dr. Felipe Otayza.

La cirugía fetal lleva menos de diez años siendo ejecutada en nuestro país, luego del estudio MOMS (2011) que la difundió por el mundo. El Dr. Felipe Otayza –neurocirujano pediátrico que realizó la primera operación de este tipo en Chile en la Clínica Las Condes– cree que falta tiempo y oportunidades para perfeccionar la práctica, pero no tiene duda que es una cirugía que se mantendrá en el tiempo y que la endoscopía apoyará su desarrollo.

El Dr. Felipe Otayza trabaja desde 2007 en la Clínica Las Condes y hace dos años que también es el jefe de Servicio de Neurocirugía. Fue en este establecimiento, el 2011, cuando el especialista –junto al staff de la clínica y un equipo quirúrgico de Medellín– practicó la primera cirugía fetal en Chile, convirtiéndose en pionero de este procedimiento que trata el mielomeningocele. “No hay ninguna otra cirugía abierta como la que hacemos con el mielomeningocele por ahora”, aclara el neurocirujano en relación a la actualidad en operaciones fetales.

Construyendo la experiencia

Aunque llevan algunos años ejecutando esta cirugía, los casos son pocos y la experiencia es difícil de obtener: el promedio se mantiene entre dos a tres operaciones al año. Y si bien grupos critican este procedimiento por no marcar una diferencia en las tasas de mortalidad frente a cirugías en fetos de término, el Dr. Otayza asegura que “nosotros partimos de cero, por lo tanto en nuestros primeros diez casos efectivamente la mortalidad era mayor que la mortalidad habitual en cirugía con el feto de término. Pero la verdad es que en este momento –que llevamos 30 casos– las cifras han ido normalizándose absolutamente ”.

El profesional insiste en que este método ha experimentado –y seguirá haciéndolo– una curva de aprendizaje y que su ejecución se mantendrá tras los años por la mejora en la calidad de vida que significa para sus pacientes. Mientras un 90% de los niños operados postparto requieren de válvula –para lidiar con la hidrocefalia–, a través de la cirugía fetal este porcentaje baja a un 30%. Lo mismo con la malformación de Chiari: un 100% de los pacientes operados de término sufren de ella y por otro lado, sólo un 65% de los niños que pasaron por la cirugía fetal la padecen.

Las oportunidades de la endoscopía

Dentro de esta curva de aprendizaje se encuentran las propuestas que trabajan por perfeccionar el procedimiento, siendo una de ellas la endoscopía. Esta técnica se está comenzando a utilizar en la cirugía intrauterina y según Otayza puede mejorar los resultados a través de un método menos invasivo. “Básicamente todos los esfuerzos en este minuto están orientados a hacer estas cirugías no a cielo abierto, sino de manera endoscópica, para hacerlo menos traumático y con eso disminuir los riesgos de parto prematuro, que son el gran tema en esta cirugía”, asegura el neurocirujano.

Aunque todavía su ejecución no es masiva, sí hay diversas experiencias en el contexto médico –algunas exitosas, otras no tanto– con endoscopía. “Por ahora no se ha logrado tener mejores resultados frente a la manera abierta, eso hay que tenerlo muy claro. Sí ha disminuido la incidencia de parto prematuro en algunas series que se han hecho en Brasil”, destaca el Dr. Otayza y también señala que en Chile sólo hay un caso que se trató de esta manera: el año pasado un equipo brasileño en la Clínica Los Andes operó al primer paciente chileno mediante una cirugía fetal endoscópica y los resultados han sido positivos. “Si tú me preguntas a mí, qué es lo que pienso: yo creo que evidentemente ese es el futuro”, declara.

Precisión y ahorro de tiempo

“Hay que hacer instrumentos cada vez más finos para que sean menos invasivos e ir mejorando la técnica quirúrgica, en el sentido de poder acortar los tiempos quirúrgicos”, asegura el especialista respecto a la manera endoscópica y explica que hasta ahora esta práctica ha resultado más demorosa que la acostumbrada: “Hay que hacer una analogía de lo que pasó hace 20 años cuando se empezaron a operar las vesículas de manera laparoscópica. Al principio se demoraban mucho más así que haciéndolo a cielo abierto y resulta que ahora es impensable hacer una vesícula a cielo abierto, todas se hacen de manera laparoscópica. Hay que darle tiempo a la técnica”.

Pero no todo se centra en el endoscopio. Como en todo contexto médico, se están buscando nuevos métodos constantemente y hay pruebas de ingeniería en tejido que parecen prometedoras. “Eso puede ser una cosa muy interesante. Ingeniería de tejido es tomar muestras del feto, desarrollar cultivos de piel y cultivos de tejidos en laboratorio, para después ir a colocarlos de manera endoscópica. Hacer unos injertos intrauterinos”, cuenta el Dr. Felipe Otayza e insiste que estos procedimientos están en una fase absolutamente experimental en animales, pero que sí indican las direcciones que se están tomando para el futuro.

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